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Tecnopaganismo

La cultura del Tecno paganismo  es la convergencia del Neo paganismo  y  la tecnología digital. Desde un punto de vista  la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano y se desarrolla en una sociedad, y esto es fundamental para su desarrollo  como un medio artístico. Mi observación está basada en la unión de ciencia y paganismo  por medio del arte. El tecno paganismo.

Estas dos esferas tan distintas entre sí convergen, se interseccionan y se mezclan en un solo alfabeto. El  universo es el mundo y los conjuntos son las mentes y la información.

 Ahí donde exista información habrá alguien que la reciba, la codifique y produzca una respuesta o estimulo, de lo contrario dejaría de ser información.

Todos nosotros, los nacidos en el último cuarto del siglo XX somos miembros de la generación de la tercera ola. Vivimos inmersos en un mundo de bits, bombardeados de información, engulléndola y transformándola, soñando despiertos y conectados.

La cultura del enchufa, enciende, conecta, atravesó  nuestras vidas hace mas de 40 años  como un  gran y largo sismo cuyo movimiento se sintió en todo el mundo y aun se sienten las replicas.

Y así como nosotros vivimos sumergidos en este mundo tecnológico, nuestros ancestros, amerindios también fueron conscientes  y transmitieron su información en todas las direcciones posibles. Su conciencia colectiva.

Fueron muchas veces más artísticos que nosotros, y más ingeniosos aun. El gran legado de nuestra civilización de fin de siglo es el internet, el medio virtual por excelencia, y donde ahora transitan todas las cosas, pensamientos, y conocimientos del ser humano. Hemos creado una herramienta que nos hace parte de un todo. Ahora más que nunca nos convertimos en una sola conciencia, como Teilhard de Chardin señalaba con relación a la núsfera como el campo combinado de todas las conciencias humanas, que se va haciendo cada vez mas fuerte según la civilización va progresando. Estamos destinados a converger en ese punto omega.

Pero todo esto que empezamos a descubrir nuestros ancestros amerindios ya lo sabían. Sabían que el tiempo llegaría.

Y prepararon su camino y el nuestro, nos dejaron sus conocimientos y tal vez su máxima ley, la ley del Ayni. El principio de dar y recibir.

Nuestros conocimientos no están completos porque no estamos equilibrados, si bien construimos un mundo nuevo en el ciberespacio, navegamos en él y el flujo de información es dantesco. Vivimos la disgregación social, el individualismo, el egocentrismo y alienados por completo por los medios sin saber, sin entender y  en el peor de los casos sin querer conocer nuestra propia esencia humana. Nuestro futuro está construyéndose en alas como las de Ícaro, creemos volar muy alto y alcanzar al sol, pero grande será nuestra desilusión al ver  como caemos sin remedio al vacio porque hemos puesto nuestro futuro en unas alas de cera.

 

 Hemos ido desarrollando nuestro Neocortex desde el siglo pasado a una velocidad como nunca se pensó, este Neocortex, esta parte de nuestro cerebro que desarrolla el conocimiento, el habla y la actividad inteligente  curiosamente se conforma de nuestros  dos lóbulos cerebrales, el izquierdo y el derecho unidos por el cuerpo calloso,  ambos opuestos en funciones pero sirviendo a un propósito.

El tecno paganismo es el Neocortex, la ciberdelia y la frontera digital, es también la cultura mística andina, el Ayni, el mundo amerindio colectivo.

El cuerpo calloso es la información. Que pasa a través de ambos uniéndolos.

Donde radica nuestro pensamiento básico es en un simple orden que se entiende y se simplifica con una ley, la  ley del Ayni. El principio de reciprocidad andina que se desarrollo hace más de 3000 años. Dar y recibir.

Estas palabras cortas y fáciles de entender, se vuelven ahora más que nunca en la piedra angular donde se ha construido mi arte. En qué se diferencia realmente la información que tanto se propago en el antiguo Perú y la información que ahora pasa centellante en nuestros monitores?

Para sobrevivir más de 3000 años debía de estar en todas partes y eso fue lo que hicieron. Nosotros hemos creado un mundo que está en todas partes y al mismo tiempo en ningún lado, hablamos cosas que son intangibles y virtuales que están en otro mundo, viajamos a la velocidad del ciberespacio, pero también al no estar en ningún sitio se puede perder con solo un click, y nada quedaría. Que estamos creando ahora entonces?

Mi propuesta es unir. Crear un arte a partir de nuestras preguntas sobre la tecnología, los dilemas de la revolución digital y lo que fue nuestro arte,  pero con un sentido primordial, aplicando leyes que han perdurado al tiempo, máximas que rigieron y seguirán rigiendo.  El medio es la pintura. Ahora, el artista debe descubrir un punto de vista nuevo para  que haga buen uso de la pintura, lo que acabo de escribir es eso, un punto de vista una guía para entender lo que hago y porque lo hago. Todo para crear una obra vital y valida. La pugna entre sentimientos y emociones por un lado y la razón por otra.

Aunque en última instancia una obra de arte es siempre un misterio, toda interpretación verbal es inadecuada. El cuadro o la escultura, la poesía o la música, deben decir  la última palabra y toda explicación por mucha que pueda ayudar a comprender se desvanece. Al final nos quedamos cara a cara con la obra y nuestros sentimientos

Citando a John Perry Barlow

Nosotros, la humanidad desde que empezamos a convertir la realidad en información abstracta y a pintar en las cuevas de Lascaux, nos embarcamos en el cableado de la conciencia colectiva. No al subconsciente colectivo que ya debe estar bastante cableado, sino a la creación de un organismo colectivo a partir de la mente humana que sea una sola cosa coherente y simultánea. No sé porque queremos hacer algo así pero todo apunta a esa dirección…

Dicen que los antiguos peruanos hablaban con sus dioses daban y recibían de ellos, tal vez ahora queremos hacer algo así, creemos que dios quiere hablar con alguien de igual a igual

Donde termina mi mente, empieza la tuya. Dar y recibir.

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